Tocando fondo...


Desaparecer...
No estar más con estas ganas que queman, dan ganas de destruirlo todo al paso.

Quietud ahora...
Silencio en la escena.

Un frasco solamente, el filo de una navaja, tan fina y delicadamente mortal, eso es todo... Ya no más mañanas opacas, ni tardes a sol que molesta con su brillo, ni mucho menos noches frías eternas...

1,2,3 cortes los que quieras, los suficientes para evitar que las punzadas de hambre martillen en la existencia, no más manos gruesas nadando por el cuerpo, ni más recuerdos golpeando la visión, ya todo esto quedará atrás.

5,6,7,8 más cortes, en los brazos, las manos, en cualquier sitio sirve, ya nada se ve como antes, la sangre lo empieza a nublar y se dificulta cualquier movimiento que no sea el de cortar, el de mutilar, el de destruir todo.

9,10... Se pierde la cuenta, se va todo, se va el roce de su manos, el respirar en el cuello, los besos el sabor de su lengua, el gusto divino de su sudor, los deseos indecentes, las fantasías escondidas, los sueños.


Ya no más D...

Es hora de partir...

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